lunes, 7 de mayo de 2012

Tres MCs y un DJ

El pasado viernes murió Adam Yauch, más conocido como MCA y uno de los miembros y fundadores de los Beastie Boys junto con Mike D y Ad-Rock, a los 47 años de edad.


En realidad nunca he sido un verdadero fan de este grupo. Antes de hoy sólo había escuchado un disco suyo entero, el Hello Nasty de 1998, ni siquiera solía ponerme canciones sueltas y nunca he tenido escarceos serios con el hip hop, pero, como cualquiera que desarrollara su gusto musical entre mediados y finales de los 90, los tengo por un grupo «mítico», de esos que todo el mundo respeta al margen de que su música les guste o no. Desde su debut en 1986 con Licenced to Ill se convirtieron en uno de los grupos referentes y pioneros del género, aunque en principio más como una broma que otra cosa (es lo que tiene sacar canciones como esta), pero con el tiempo se fueron ganando el respeto a base de trabajos eclécticos e innovadores en los que tenían cabida el hip hop, el punk, el jazz instrumental y de todo un poco. En 1994, en plena era dorada de la MTV, sacaron su cuarto disco, Ill Communication, y ahí fue cuando les conocí, gracias a un videoclip que marcó época y que, todavía hoy, sigue estando entre mis favoritos:


Ah, Sabotage... rap agresivo con voces agudas marca de la casa, riffs rockeros, scratches y un video descojonante. Muchas de esas variables se repitieron años más tarde, cuando sacaron su Hello Nasty e Intergalactic, una canción mucho más alejada de lo que eran mis preferencias por esa época (bueno, y ahora también), pero que me gustó desde el principio incluso independientemente de su videoclip. Que, por otra parte, era al menos tan descacharrante como el de Sabotage, y también sigue siendo de mis favoritos:


Intergalactic lo petó bastante y fue entonces cuando realmente me percaté de que los Beastie Boys no eran simplemente un grupo de coña, sino mucho más (grande su aparición en Futurama). Si hubiera escuchado sus discos por entonces probablemente no me habrían gustado, pero quién sabe. Igual mis inclinaciones musicales habrían ido por derroteros muy distintos.

He puesto las que sin duda son las tres canciones más típicas y tópicas de los Beastie Boys, pero es que, como ya he dicho, no soy un verdadero fan. Ni mucho menos quiero caer en el endiosamiento falso e hipócrita que se da cada vez que algún artista famoso muere: el impacto de los Beastie Boys en mi vida ha sido más bien justito, y la muerte de Adam Yauch ha hecho poco más que recordármelos y animarme a darles una escucha decente. Simplemente, quería dedicarles una entrada. Porque molaban.

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