jueves, 15 de marzo de 2012

Cuentacuentos punkis

El boxeo no me interesa lo más mínimo, pero no cabe duda de que guarda historias muy interesantes cuando se las cuenta de la forma adecuada, es decir, en forma de música folk. Eso es lo que hicieron allá por 2004 This Bike Is a Pipe Bomb, uno de los grupos pioneros del folk-punk, ya separados, que alcanzaron cierta fama a raíz de un par de incidentes en los que la policía, haciendo gala de su habitual sagacidad, acordonó e incluso detonó de forma controlada la bici de algún fan que le había puesto una pegatina del grupo en el cuadro. Ese año sacaron su disco Three Way Tie for a Fifth, que empezaba y terminaba de la misma manera: contando la historia de dos grandes boxeadores interpretados como héroes populares del folklore, como Billy el Niño, Cúchulainn o el personaje descontextualizado de moda, Guy Fawkes. Los protagonistas son Jack Johnson (1878-1946) y Sonny Liston (ca. 1930-1970), y estas son mis traducciones algo adaptadas, como ya hice con la de la ballena de Bread & Roses.

Trovadores

JACK JOHNSON

"¿Has oído hablar de Jack Johnson? Por aquí es todo un héroe. No me gusta cantar sobre boxeo, pero espero que lo entiendas: fue la primera vez que le dieron el título de los pesos pesados a un negro, y en 1908 eso no era tan fácil.

Nació cuando la esclavitud acababa de morir, cuando la Reconstrucción tras la Guerra Civil acababa de morir. Nació cuando nada de eso había muerto realmente; nunca lo hizo. Se paseaba por las calles cubierto de oro y diamantes, siempre con la cabeza bien alta, y nunca tuvo que decirle «sí, señor» o «no, señor» a los blancos que se le ponían delante (o delante de los cuales él se ponía).

Y entonces obligaron a la «gran esperanza blanca» a volver de su retiro para curar las heridas del maltrecho y magullado orgullo blanco, y cuando Johnson lo derribó no había nadie a su lado. Terminó la pelea, hubo palizas y asesinatos: los peores disturbios raciales que se han visto en este país, y todo porque no querían a un campeón negro. No podían soportar ver a un negro vencer en su ring.

Que no se diga que para ser un héroe hay que ser un modelo de conducta."


Jack Johnson by This Bike Is a Pipe Bomb on Grooveshark


LA BALADA DE SONNY LISTON

"Sonny Liston era un hombre de ojos muertos. No había nadie que no temiese mirarle a esos ojos fríos y turbios que tenía. No sabía leer ni escribir: lo único que sabía hacer era robar, y pelear.

Su madre crió a trece chiquillos en una granja de Arkansas y él nunca supo en qué día o en qué año nació. A su padre nunca le tuvo ningún cariño: «Ese cabrón me pegaba a la menor oportunidad», decía.

Comenzó su carrera dedicándose a los robos en serie, hasta que él y dos de sus compañeros dieron con sus huesos en la trena. Allí es donde aprendió a boxear: le enseñaron los guardias y los predicadores, y llegó a ser tan bueno que le dejaron salir antes de tiempo por el bien del deporte y del país.

Por aquel entonces, en el mundo del boxeo mandaban Frankie Carbo y un puñado de mafiosos por el estilo con los que era mejor no meterse. Esa gente se hizo con el contrato de Sonny con todas las de la ley por el expeditivo método de ponerle la mano en el hombro a su antiguo mánager y decirle «Largo de aquí».

Sonny peleó hasta llegar a la cima, y nunca miró atrás. Tumbó al campeón, que cayó de culo en apenas dos minutos, y ahí es donde comenzaron sus problemas. Empezó a beber, empezó a jugar, empezó a salir de fiesta toda la noche, pero seguía peleando, y seguía ganando, así que a nadie pareció importarle. Entonces llegó Cassius Clay y le dio a Sonny la pelea de su vida, y siete asaltos después había un nuevo rey del ring. Sonny se marchó cubriéndose la cara con las manos. Pero siguió trabajando para la mafia, y se dice que algo hizo que no les gustó, así que un día su mujer llegó a casa y se encontró su cuerpo muerto e hinchado, lleno de drogas que no tomaba."

The Ballad of Sonny Liston by This Bike Is a Pipe Bomb on Grooveshark


La primera tiene su aquel por la importancia de esa pelea con James J. Jeffries, la Great White Hope, en la historia de las relaciones raciales en EE.UU., la segunda por ser una historia de gángsters con personajes siniestros como Frankie Carbo metidos por ahí. Temas con mucha más chicha que las andanzas de politoxicómanos y muerdeorejas de los últimos tiempos, me parece. Aunque bueno, cualquier cosa vestida de folk es conmovedora. ¿Que no molaría una Balada de Rudolph Hess?

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