domingo, 26 de mayo de 2013

2012

Sí, no te engañan tus ojos: esto es una lista de los mejores discos del año pasado, publicada a finales de mayo de 2013. Ungelicisus, siempre al filo de la noticia.

10. Slingshot Dakota - Dark Hearts
9. The Gaslight Anthem - Handwritten
8. Sigur Rós - Valtari
7. Dry the River -  Shallow Bed
6. Green Day - ¡Uno!

5. forgetters - forgetters


Forgetters es el último proyecto de Blake Schwarzenbach, recordado por ser el líder de uno de los grupos más influyentes del punk de los 90, Jawbreaker, y sobre todo por ser el protagonista de este cómic. Tras formar Jets to Brazil (o, en mi cabeza, Jetzt, nach Brasilien!) y su ruptura seis años después, Schwarzenbach estuvo desaparecido un buen tiempo, hasta reaparecer a finales de 2008 con Thorns of Life, que se quedaron en nada más que una grabación pirata en directo. Yo pensaba que era el fin, así con todo el melodrama, pero al año siguiente llegaron forgetters, con el batería original de Against Me! y una bajista que supongo que también tendrá su historia, y sacaron un EP que, todo sea dicho, tampoco me pareció gran cosa, salvo por la primera canción, Vampire Lessons). Y esta vez, cuando parecía que se iban a separar irremediablemente, publicaron un disco completo. Es un disco denso y pesado, lento, no muy accesible, con bastante post-punk ya desde las dos primeras canciones, Strike y Lie Artist, y pocos momentos que recuerden a Jawbreaker (algunas partes de Hoop and Swan, quizás). A estas alturas de la vida Schwarzenbach ya tiene la garganta muy cascada así que hay pocas florituras, pero su voz grave cumple perfectamente, aunque sólo sea a base de carisma. Dejan lo mejor del disco para el final: Ribbonhead, canción que ya tocaban Thorns of Life:


4. John K. Samson - Provincial


John K. Samson, líder de The Weakerthans, ex-bajista de Propagandhi y semidiós, ya había sacado maquetas y EPs en solitario, pero Provincial es su primer disco de verdad. No se desvía demasiado del estilo indie-folk de su grupo principal, ni lírica ni musicalmente, aunque aquí abundan más las canciones acústicas y las baladas, y sólo un par de ellas se ajustan al lado más guitarrero y pop-rock de The Weakerthans, como Longitudinal Centre, Cruise Night y When I Write My Master's Thesis. En el resto de los temas, por lo general, se trata de John K. Samson, con su guitarra y acompañado por arreglos de cuerda y teclados, contando historias en forma de poema; no en vano, estamos hablando del mejor letrista de la actualidad, en mi humilde opinión. Como de costumbre, utiliza bastante la aliteración, un recurso que me encanta (ver Highway 1 East como ejemplo), y muchas metáforas y referencias a la vida cotidiana (poca gente es capaz de hacer poesía usando las puertas automáticas o el Grand Theft Auto como ingredientes) y a su Winnipeg natal. Especialmente interesante resulta la forma en la que se entrecruzan las historias de When I Write My Master's Thesis, en la que un estudiante tiene que investigar sobre el sanatorio para tuberculosos de Ninette, Manitoba, y Letter in Icelandic from the Ninette San, sobre un inmigrante islandés enfermo que escribe a su hermano desde ese mismo sanatorio para decirle que siga con su vida, porque él va a morir, y que empieza con estas líneas:
You'll recall from the sagas, I hope, Grettir's last stand at Drangey,
How his grip on the sword made his enemies cut off his hand.
If he'd fled here instead, and had tasted this terrible coffee
Or read these letters you sent he'd surrender, and lay the blade down
Pero mi canción favorita probablemente sea www.ipetitions.com/petition/rivertonrifle, una petición para que el jugador de hockey Reggie Leach sea admitido en el Salón de la Fama del Hockey de Toronto, tan original como aparenta:

 
3. Los Punsetes - Una montaña es una montaña


Sé de dos chicas muy majas con un excelente criterio musical que se van a llevar las manos a la cabeza si llegan a ver esto. Allá por noviembre de 2011, las convencí para que se vinieran a un concierto de Los Punsetes, y la verdad es que fue muy decepcionante. Casi la totalidad de su repertorio fueron canciones nuevas, adelanto de este disco que no se publicaría hasta medio año después y que nadie se sabía, con un sonido que hacía difícil entender las letras. Y encima estaba todo lleno de modernos y daba un poco de miedo. Aun así, nada más salir del concierto, ante los insultos y amenazas de mis acompañantes, les dije que pintaba a discazo y que si hubiera conocido las canciones habría sido un pedazo de concierto. Una vez escuchado y asimilado Una montaña es una montaña, me reafirmo. No ha habido grandes cambios respecto a sus anteriores discos LP y LP2: tal vez las letras sean ligerísimamente más serias y oscuras, pero la música es el mismo pop con ramalazos punkis y efectos de guitarras distorsionadas de siempre. El verdadero cambio es la consistencia. En este disco no hay unos cuantos temazos y mucho relleno como en los anteriores, sino que se mantiene el nivel muy alto a lo largo de los 39 minutos que dura, aunque la segunda mitad del disco no llega a ser tan buena como la primera. De todas formas, que su mayor virtud sea la consistencia no significa que no haya canciones que destaquen al nivel de los temazos de sus otros discos: Alférez provisional (genial la letra y el giro del último estribillo), Mis amigos (mucho más profunda que Tus amigos, del anterior disco, y bastante deprimente a pesar del humor habitual), 155 («Eres una chica preciosa, pero tienes problemas»), Untitled o las mejores representantes de la variante acelerada de Los Punsetes: Los tecnócratas y mi favorita, Tráfico de órganos de iglesia:


2. Propagandhi - Failed States


Después de la obra maestra que fue Supporting Caste (elegido por el jurado de Ungelicisus como Mejor Disco del año 2009), Propagandhi lo tenían difícil para mantener el nivel. Failed States no es tan, tan bueno, en mi opinión, pero sigue estando a un nivel altísimo. La diferencia fundamental respecto al anterior es que, sobre todo en la primera mitad, abundan las canciones más hardcore y directas, de las que duran entre un minuto o dos, como Hadron Collision (que, por cierto, es sobre los placeres de ir en bici por la ciudad: «And I might be trapped in a world going backwards but nothing's in vain - right now I'm happy just to clog up your lane». Hell yeah), Status Update o Failed States (brutal el bajo), y de hecho el disco se queda en unos 38 minutos, comparados con los 52 del anterior. Dado el giro cada vez más experimental y progresivo que llevaban, esto no gustó a todo el mundo así de primeras, pero una escucha más atenta revela canciones de estructuras y ritmos más complicados y con auténticas virguerías guitarreras, como Devil's Creek, Dark Matters o la canción que abre el disco, la poco característica Note to Self, cuyos seis minutos de duración son un continuo crescendo. El mensaje de Propagandhi sigue quedando claro a través de sus letras altamente políticas y de conciencia social, con muchos momentos para reflexiones personales y recuerdos de la infancia del líder del grupo, Chris Hannah, como en la ya mencionada Devil's Creek o en Lotus Gait. No es un disco para todo el mundo, ya que su estilo jarcoreta echará a mucha gente para atrás, pero vale la pena escucharlo con una mente abierta. Mi favorita es también una de las más experimentales, Cognitive Suicide:


1. of Montreal - Paralytic Stalks


El grupo de Kevin Barnes ha sido muy prolífico durante su toda su carrera, con once discos publicados desde 1997, y tengo que admitir que no los conozco muy bien: antes de este, sólo había escuchado Hissing Fauna, Are You the Destroyer? (2007), que me gustó mucho, y Skeletal Lamping (2008), que no, y da bastante pereza meterse a fondo en su repertorio. Aun así, le di una oportunidad a Paralytic Stalks y me encantó desde el principio, aunque su pop psicodélico glam con sintetizadores y de la escuela Bowie (o eso dicen; yo del Bowie no tengo ni idea) no sea un estilo en el que me prodigue demasiado. En Skeletal Lamping se les iba muchísimo la olla, pero en este disco están más centrados, las canciones están más estructuradas y son más poppies; eso sí, sin perder el bizarrismo, los ritmos raros y las variaciones dentro de cada tema. Empieza la cosa con Gelid Ascent, un tema relativamente simple y rockero, para enlazar con Spiteful Intervention y Dour Percentage, en las que asoma ese lado gáyer extremadamente pegadizo tan característico de of Montreal. El disco sigue esa misma tónica hasta llegar a su punto culminante, Ye, Renew the Plaintiff, un temazo de nueve minutos con unas cuantas partes bien diferenciadas pero relacionadas entre sí (pop electrónico, rock psicodélico, funk, rock otra vez). A partir de ahí, en las tres canciones restantes predomina el lado más experimental y atmosférico, con un rollo bastante distinto pero igualmente eficaz, aunque los casi ocho minutos de Exorcismic Breeding Knife a mí personalmente me sobran un poco (tampoco estorban; esta parte del disco es de crear atmósferas en temas con estructuras rebuscadas y tal, no de tener temazos fiesteros). El problema lo tengo para escoger mi favorita entre Dour Percentage y Ye, Renew the Plaintiff, pero voy a poner la primera, que es más corta y asimilable, y la otra ya la pondré en Feisbuc o algo:


No pasan el corte por poco Women & Work de Lucero, The Huntress de Mediæval Bæbes o Who Are Your Friends Gonna Be? de Ramshackle Glory, mientras que Muse se llevan el premio al Truñamen del Año. Y eso es todo; aunque sea con cinco meses de retraso, yo he cumplido.

2 comentarios:

Arbe dijo...

DIOSSSSSS ROBB... LOS PUNSETES!!!

LOS PUNSETES, NOOOOOOOOOO!!!

Jajaja, tomo nota de tus recomendaciones, btw! ;)

Rober dijo...

GUAUUUUU, UNA ARBE EN MI BLOG

¡Los Punsetes molan todo, que lo sepas! Ya me dirás si le das una escucha a alguno de estos discos y te gusta (el de John K. Samson yo creo que sí te gustará; el de of Montreal, puede).

¡Me alegro de verte por aquí!