Parece mazo de tarde para publicar esta entrada de los mejores discos de 2013, pero no ha pasado ni un año desde la de 2012, así que en realidad todo ha ido según lo previsto. Nada que ver con que sea un vago.
10. Alkaline Trio - My Shame Is True
9. Sarah Jarosz - Build Me Up from Bones
8. Streetlight Manifesto - The Hands That Thieve
7. Arcade Fire - Reflektor
6. The Joy Formidable - Wolf's Law
5. Joy Kills Sorrow - Wide Awake
Técnicamente, Wide Awake no es un disco sino un EP, pero voy a hacer una excepción porque con 24 minutos ya dura tanto como más de un disco punki y, sobre todo, porque Joy Kills Sorrow son muy buenos. Se formaron ya en 2005, aunque hasta 2008 no se les unió la cantante Emma Beaton, con su voz cálida pero potente con toques soul o qué sé yo y sus pintas poligoneras, con lo que la cosa empezó a ir en serio, y se mueven dentro del bluegrass alternativo tipo Punch Brothers pero mucho más poppie. Antes de este EP habían sacado dos discos, Darkness Sure Becomes This City (2010) y This Unknown Science (2011), con un sonido quizás más tradicional, mientras que aquí le dan un poco más a lo indie, lo que los hace más accesibles para el público general (como muestra, su versión de Such Great Heights de The Postal Service). Mis canciones favoritas son Get Along y Gold in the Deep, en las que la voz de Emma y la mandolina lo parten especialmente, pero sobre todo el tema que abre el EP, Was It You, una canción sentida, pegadiza, enérgica y bastante indie, que representa perfectamente el tipo de grupo del que estamos hablando:
4. Chvrches - The Bones of What You Believe
Supongo que estos escoceses son lo suficientemente famosos como para que no haga falta explayarse con los datos biográficos, así que bastará con decir que son un grupo de pop electrónico y que este es su debut. Un amigo mío se pasó un par de meses poniéndome vídeos de actuaciones suyas y, aunque me gustaban, tampoco me daban ganas de escucharme el disco entero (lo que más llamaba la atención es la timidez e incomodidad que parecía mostrar siempre la cantante Lauren Mayberry). El pop electrónico no es lo mío, así que no me terminaron de entrar hasta que les vi tocar Gun en directo con un mínimo de arreglos y adornos, poniendo así los elementos más básicos de la canción en primer plano, lo que me permitió apreciarla como un temazo popero sin paliativos y poder darle una escucha en condiciones al disco sin que la electrónica me echara para atrás. Y es que resulta que The Bones of What You Believe es un disco muy, muy bueno. Puede que las canciones estrella sean los singles, como The Mother We Share, Lies o la propia Gun, pero Chvrches es mucho más. Tether por ejemplo tiene una segunda mitad apoteósica con los sintetizadores a todo trapo, Night Sky tiene un estribillo perfecto, Lungs te deja con una sonrisa tonta en la cara, By the Throat y You Caught the Light tienen una intensidad especial... De todas formas, mi favorita es la ya mencionada Gun:
3. Los Campesinos! - No Blues
Ah, Los Campesinos!, una constante en este blog y en estas listas. Si su anterior Hello Sadness se quedó en una modesta 9ª plaza en 2011, con No Blues vuelven a un lugar más acorde a su calidad, aunque musicalmente tenga mucho más que ver con su predecesor que con los discos más antiguos como la obra maestra que fue Romance Is Boring (2010). Siguen sonando bastante menos acelerados que en sus años mozos y la producción es más limpia, pero lo que separa a No Blues de Hello Sadness es que el nuevo es más consistente. Las canciones buenas del anterior eran muy buenas, pero había relleno. En este, el nivel medio está a la altura de lo que debe ser un disco de Los Campesinos! y, aunque tal vez falten temazos que atrapen desde la primera escucha (lo más parecido son Avocado, Baby y What Death Leaves Behind), la impresión de conjunto no se resiente por ello. Por si alguien tuviera miedo al ver el título y la portada del disco de que hubieran sacado un disco feliz, la primera línea de As Lucerne/The Low ya deja claro que aquí hay altas dosis de melodrama, como de costumbre: «There is no blues that can sound quite as heartfelt as mine». Especialmente recomendables, además de las ya mencionadas, Glue Me, Let It Spill, For Flotsam o The Time Before Last Time, que juro que empieza como un jig irlandés con sintetizadores, pero mi favorita sigue siendo Avocado, Baby:
2. Frank Turner - Tape Deck Heart
Hasta ahora, Frank Turner (cantautor de los de guitarra acústica, tatuajes y camisa de franela) me gustaba sin más, pero salvo canciones sueltas tampoco me parecía nada del otro mundo. Lo que menos me esperaba era que eso cambiase con un disco de 18 canciones y 70 minutos, un disco denso en el que tiene cabida absolutamente de todo, a pesar de lo cual no se hace largo en ningún momento ni da la sensación de que estemos ante el típico músico con delirios de grandeza que se piensa que todo lo que compone es demasiado bueno como para desecharlo. Tape Deck Heart es una gozada gracias a esa variedad, que va desde las canciones más movidas como la que abre el disco, Recovery, Four Simple Words, Plain Sailing Weather o We Shall Not Overcome, hasta otras muy calmadas y más o menos elementales, como Wherefore Art Thou Gene Simmons? o Tell Tale Signs, pasando por los medio tiempos de todo tipo, como corresponde a un disco con tanto recorrido, tipo The Way I Tend to Be o Polaroid Picture. Hay canciones más folk, otras más rock, alguna con vocación de ser tocada en un estadio de fútbol... En resumen, Frank Turner se exprime al máximo para plasmar toda su musicalidad en un disco que lo define perfectamente. Mi canción favorita es Broken Piano, que la verdad es que no es muy representativa, pero no puedo resistirme a la genialidad en torno a la cual gira la letra:
Around the back, away from the road, behind the bins, beneath your window, I found the hulk, the rusting bulk of a shattered old piano. Someone had torn out some of the keys with cruel care, not thoughtlessly, in such a way that one could only play minor melodies.
1. Lemuria - The Distance Is So Big
El caso de Lemuria es muy parecido al de Los Campesinos!, ya que su anterior Pebble (2011) supuso una pequeña decepción: estaba bien, pero le faltaba consistencia y hasta tenía canciones que no me gustaban. Aunque era un paso adelante en cuestiones de experimentación, me pareció que no terminaban de llegar a buen puerto. The Distance Is So Big, sin embargo, continúa donde lo dejaron con el anterior en el tema estilístico, pero con la diferencia de que las canciones son mucho mejores. Lemuria siempre han hecho un pop punk/indie rock que se aleja de las estructuras facilonas y que busca ritmos que descuadran al oyente, lo que los hace mucho más originales de lo que podría parecer en una primera escucha, pero van «madurando», y este disco es mucho más complejo que su debut (y uno de mis discos favoritos de todos los tiempos), Get Better (2008). Lo que no cambia es la forma en la que se complementan la voz aguda de Sheena Ozzela con la grave de Alex Kerns, un recurso que cada vez explotan más y mejor. Buenos ejemplos de todas esas cuestiones rítmicas y estructurales que mencionaba son Chihuly, Bluffing Statistics, la canción que cierra el disco, Ruby, o una de mis favoritas, Paint the Youth, una de las más lentas. Destacan también otras como Clay Baby, que tiene un final sorprendente y muy bueno, la hipnótica Oahu, Hawaii, o la más Lemuria a lo vieja escuela Dream Eater, pero es que podría mencionar prácticamente todas las canciones del disco. Mi favorita, eso sí, es Brilliant Dancer, una introducción perfecta a este grupo:
Y tal. No entran en la lista cosas como Home de Off With Their Heads, Lousy with Sylvianbriar de of Montreal, el decepcionante Desire Lines de Camera Obscura, el inconsistente Ordinary Silence de Mixtapes o el discazo en directo (y por tanto fuera de concurso) de Los Campesinos!, A Good Night for a Fistfight, y me quedo con las ganas de poner más arriba Wolf's Law de The Joy Formidable, pero es lo que hay. Por mi parte, supongo que vuelvo a dejar esto en barbecho.
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