El anuncio de Chevrolet

Estoy indignado. En mi juventud empecé la carrera de publicidad y relaciones públicas, pero la dejé después de unos años porque no me gustaba nada y no iba a acabarla en la vida. Desde entonces no me llevo bien con la publicidad. Por eso me parece increíble que mis amigos me engañaran diciéndome que íbamos a ver una película al cine, cuando en realidad tenían la intención de entrar a un pase dentro de un festival de publicidad o algo así, concretamente a ver un anuncio de Chevrolet.

Hay que reconocer que el anuncio está muy currado; de hecho, posiblemente sea el más caro de la historia, con algún actor más o menos famoso, como el tío ese de nombre ridículo que salía en The Shooting (Dear Sister), y unos efectos especiales comparables a los de joyas de la técnica como el anuncio del Renault Mégane GT, incluso dignos de una superproducción de cine. Pero tiene muchos puntos débiles.

Para empezar, ¿dos horas y media de anuncio? Vale, necesitan mucho metraje para meter todos los modelos de Chevrolet que pretenden vender con este spot, como el Stingray o el Camaro, pero me parece una exageración. ¿No se dan cuenta de que en la tele sólo van a poder emitir una versión muy recortada? Bueno, a lo mejor lo pueden echar entero en el descanso de la Super Bowl, pero en España desde luego que no.

Chevrolet Stingray (izda.), Chevrolet Camaro (dcha.)

Por si eso fuera poco, el anuncio es aburrido, lo que parece increíble teniendo en cuenta que está lleno de explosiones. Tiene argumento, pero es bastante estúpido (aunque tampoco se le puede pedir más a un simple spot) y a fin de cuentas no es más que una excusa de Chevrolet para enseñarnos sus modelos: no sé qué de unos extraterrestres que intentan conquistar la Tierra como parte de su guerra contra los coches de la marca americana, que luchan hasta el fin por salvar a la humanidad a pesar de que nosotros les damos la espalda (conduciendo vulgares Seats, Volkswagens y Opels, se entiende). Hay mucha acción, pero sin ningún manejo de los tiempos narrativos, con lo que se hace bastante monótono. Sin duda, el estilo del director se beneficiaría de metrajes más cortos, como videoclips, anuncios más convencionales y primeras comuniones; no es la primera vez que su trabajo atrae críticas.

Pero lo peor, probablemente, sea el aspecto ético de este anuncio. Promueven un estilo de conducción absolutamente temerario (muchísimos vehículos quedan completamente destrozados); es más, animan a los conductores a montar armas automáticas y lanzamisiles en sus coches, lo cual puede resultar peligroso sobre todo en vías urbanas. Incitan a organizar peleas de automóviles, a pesar de que, al contrario de lo que sugiere el anuncio, la mayoría de sus modelos NO son capaces de convertirse en robots humanoides de combate (no como los de Citroën).

Esto es mentira

Por si eso fuera poco, aparecen en el anuncio coches de otras marcas, pero a menudo como publicidad negativa; por ejemplo, nos muestran el lujoso Mercedes-Benz SLS AMG, pero insisten en lo carísimo que es y en que, llegado el momento, se convertirá en un extraterrestre robótico malvado que nos tomará como rehenes y amenazará con matarnos como parte de su plan para conquistar el mundo. Tengo entendido que referirse a la competencia de esa forma tergiversadora es ilegal; por eso tenemos anuncios que hablan de detergentes genéricos que no lavan una puta mierda.

El Mercedes en cuestión, con la tía buena de rigor

En resumen, se trata de un anuncio excesivamente largo y aburrido, está dirigido a críos que acaban de sacarse el carné, y está al borde de la ilegalidad por ser publicidad engañosa y desleal. Si estáis pensando en ir a verlo, os recomiendo que en su lugar veáis una película.