lunes, 27 de octubre de 2008

Columna

El otro día tuve revisión bianual con el cirujano traumatólogo y el muy cabrón no me dio el alta. «Te la podría dar... Pero mejor no, que tampoco pasa nada porque vengas cada dos años». Es muy fácil decirlo, él iba a estar en el hospital de todas formas y además cobrando, pero yo tengo una agenda muy apretada.

La historia es que tengo una desviación de la columna (escoliosis, vaya). Durante años estuve viendo a una traumatóloga en el hospital que medía la desviación con escuadra y transportador; le salían siempre unos 23º. Como estaba en edad de crecimiento, me hicieron llevar esto con el propósito de sujetar la columna, realzar el busto y reducir la cintura:

+5 a la CA

Pero como aquello no acababa de funcionar, se decidió consultar al cirujano traumatólogo del hospital, que para eso estaba. Feliz idea. Causó no poca sorpresa e hilaridad cuando, al medir la desviación de la columna, le dio no 23 sino 40º [cuarenta]. Viendo el percal, se llegó a la conclusión de que lo mejor era no volver nunca jamás por donde la traumatóloga y operarse para corregir aquello, porque por entonces no me causaba ninguna molestia, pero de viejo la cosa iría a peor. Después de no pocas pruebas y de sacarme tanta sangre que conseguí superar el natural miedo de toda persona decente a las agujas, entré al quirófano hace cuatro años y salí inmediatamente después, con un resfriado de la hostia y sin operar. Dos semanas más tarde, por fin, me operaron de verdad. De recuerdo tengo una cicatriz de 33 cm. en la espalda, una mucho más pequeña en la mano izquierda, donde me cogieron la vía grande, y unas barras de titanio que han provocado al menos una comparación con Lobezno.

Parece que no pero es mi columna

Estuve dos semanas en el hospital que se me hicieron más o menos llevaderas gracias a la morfina y a las visitas de los amigos, a quienes nunca les he agradecido lo suficiente que vinieran a verme tantas veces, y luego me soltaron. Por desgracia, para entonces ya se me había cerrado el piercing de la nariz, una pérdida de la que nunca me he recuperado del todo porque nunca me ha dado por hacérmelo otra vez. Otra consecuencia fue que, entre unas cosas y otras, perdí todo el primer cuatrimestre en la uni, lo que me llevó a plantearme si valía la pena seguir allí (diosss, cómo te odio, Publicidad y RR.PP.) y, al final, a meterme en Traducción e Interpretación, que viene a ser la mejor decisión que he tomado en la vida. Y por fin, el martes pasado tenía la revisión en la que, imaginaba, me darían el alta de una vez por todas, lo cual serviría de excusa para organizar un buen botellón de celebración. Pero no. Dentro de dos años, quizás.

6 comentarios:

Erica Fustero dijo...

Estudiabas publicidad? yo estoy en 4º y también la odio a ratos... De hecho también llevo piercing en la nariz (claro, a mí no me han tenido que operar).
El corsé te favorece mucho, una pena que ahora seas lobezno y suerte con la columna hecha mierda! ^^

Mi captcha de hoy es guay: annewari.

Arbe dijo...

O______O

La historia de un hombre atormentado...

¡¡¡POR FIN CONTADA CON PELOS Y SEÑALES!!!

Woooow, no sabía lo de las barras, ni lo de la sangre... casi lloro con el agradecimiento a tus amigos! Por cuánto has tenido que pasar, y yo que creía que cuando rompí el vater de los profesores en tercero era el culmen de mi amargada adolescencia!! Siento que no te hayan dado el alta... es horrible! Pero al menos cuando te la den podremos estar Carlotilla y yo para celebrarlo contigo, bieeen! Un abrazo desde Niza!

Rober dijo...

Erica: debemos ser gemelos separados al nacer o algo, son demasiadas coincidencias. Yo nunca pasé de 3º de publicidad, igual es que me perdí lo bueno (pero lo dudo ¬¬). Gracias por los buenos deseos de parte de mi columna.

Andrea: ya sabes que no soy de dar muchos detalles o de contar cosas, creo que lo de las barras no lo había contado porque ¡ni siquiera pitan en los detectores de metales, vaya mierda! Y lo de celebrarlo con vosotras en su momento, bien sûr que oui (¡por lo pronto, hay que ir a tomar helado aunque sea en diciembre!).

¡Gracias a las dos por comentar!

Erica Fustero dijo...

Nah, si no te gustó tercero, cuarto es más de lo mismo. Una que es masoca y disfruta estudiando mierdas...
Y si, cada vez me intrigan más las extrañas coincidencias que nos unen en secreto. ¿Qué será lo próximo? ¿Usaremos la misma pasta de dientes sin saberlo?

zogeid dijo...

+5 a la CA


jajajajajjaja inmenso

Annabel dijo...

La radiografía lo dice todo.
Te dejo mi saludo. He estado leyendo tus cosas un ratito.