martes, 15 de enero de 2008

Perroflautismo punk

Hace ya unos años, en Gainesville (Florida), surgió un grupo que estaba llamado a revolucionar... no, a salvar el punk. Se trataba de Against Me!, y su encanto consistía en que tocaban canciones más o menos acústicas llenas de pasión, chillidos y anarquismo. Folk-punk, se llamó a lo que hacían ellos y otro par de grupos por ahí. Poco a poco, Against Me! fueron tirando por derroteros más convencionales y ahora hasta salen en la MTV, pero detrás de ellos surgieron cienes y cienes de grupos por el estilo, con lo que el folk-punk se convirtió en un género consolidado.

La consecuencia de todo esto fue que a cualquier pavo de izquierdas armado con una guitarra acústica se le empezó a llamar folk-punk, aunque musicalmente no tuviera mucho que ver y estuviera más cerca de Phil Ochs y de la canción protesta. Pero ya puestos, yo siempre he preferido el término punk perrofláutico, que evoca a la perfección de lo que se trata: ese colega que todos hemos tenido, personaje entrañable que toca la guitarra sentado en el césped de un parque o en un banco de la facultad rodeado de calimochos, porros y buen rollo. Pues esto es igual, pero con más dedicación: los conciertos se dan en casa de cualquier amigo y todo el mundo canta tan alto como el propio artista. Lo que viene siendo una escena, sólo que a esta en concreto aún no la ha violado analmente la industria y sigue siendo pura e inocente.

Uno de mis perrofláuticos favoritos es Tom Frampton, miembro del colectivo Riot-Folk, alianza musical anticapitalista y adalides del DIY (háztelo tú mismo) de cuya página web se puede uno bajar todo lo que esta gente ha grabado. Tom se caracteriza por una voz rasgada y cazallosa, más agresiva que la de sus colegas ("más de gritar", dice él). Sus canciones parecen ser algo más simples, más parecidas a lo que uno entendería como verdadero folk-punk, con sucesiones de acordes no demasiado complicadas y cosas así. Muchas de sus letras son políticas, de tendencia anarquista, pero también tiene sus canciones de "amor" y todo, como Honesty Is Not Fucking Emo (mi preferida; y qué razón tiene el título). Otra muy recomendable es Yonder in the Minor Key, una versión de un tema con letra de Woody Guthrie y música de Billy Bragg que en su día grabaron Wilco; vamos, que más folk no se puede ser. Y además el tío es coherente y activista político: en 2004 se infiltró como voluntario en una convención del Partido Republicano y le detuvieron por interrumpir la intervención de Dick Cheney. Cómo molas, Tom.

Otros riotfolkeros interesantes son Evan Greer y Mark Gunnery, más calmados que Tom y más convencionales, aunque no por eso menos intensos. Del primero voy a destacar The Ballad of the Tundra, con una guitarra muy currada y mucha pasión. El segundo la verdad es que me gusta menos, pero algunas canciones están bastante bien, como Anarkikes. Y luego está Brenna Sahatjian, que ya es 100% folk pero tengo que mencionarla porque es muy, muy buena; como ejemplo, Moonsong (Trash Monster). En la foto de abajo (de izda. a dcha.), Mark, Brenna y Evan en plan coleguitas con el señor Tom Morello:

Pero hay vida más allá de Riot-Folk. Mi perrofláutico favorito, y de largo el más punki de todos, es Pat the Bunny, cantante, compositor y alma de Johnny Hobo & the Freight Trains. Acompañado a veces por algún colega que toca la trompeta, otro que mete percusión de algún tipo y otro que al parecer toca la armónica, Juanito Vagabundo canta al alcohol, a las drogas, al ser un desecho social y un sin techo, y a Dios (God isn't dead, but I'll get that bastard someday!). Su guitarra acústica se complementa con su voz aguda y chillona, y con los coros y palmas del público; porque hay que decir que casi todas sus grabaciones son en directo. Lo malo es que Johnny Hobo ya no existe, pero ahora el personaje este está en un proyecto parecido que se llama Wingnut Dishwashers Union y que no está nada mal. Como no es tan radical no cuelga sus canciones para descargarlas por la cara, pero en su MySpace se pueden escuchar un par de ellas, incluida mi favorita, New Mexico Song:



No sé, a mí me encanta toda esta pasión por la música, son gente sincera a la que le gusta tocar, cantar y escribir canciones que tienen algo que decir, son gente que se tira horas y horas en una furgoneta para tocar en el salón de tu casa delante de veinte personas, y todo al margen de la industria y sin más apoyo que el que sus fans les dan. Nunca se harán ricos con su música, pero les da igual, y a mí también.

PD: la imagen de arriba del todo es el logo de Riot-Folk. Que conste.

1 comentario:

SEPSI_VOI dijo...

Muy buen artículo, hrotha. Habrá que probar esos "perroflaúticos", muy apetecible el modo en que los has presentado ;)

¡Ah!, ¡mis felicitaciones por tu blog! He leído un par de entradas y me ha parecido muy interesante, escribes de lujo y transmites genial.